Todo ser vivo siempre tiene gustos exquisitos a la hora de comer. Si para los humanos existen platos con los que nos chupamos los dedos, para los animales también existen alimentos con los que no solamente disfrutan sino también hacen que obtengan otras cualidades en su salud. Aspectos positivos que también repercuten en la salud del ser humano.
La bellota es sin duda el alimento favorito del cerdo ibérico. Es el manjar preferido de nuestros animales del alma con el que además obtienen unas cualidades excelentes en su carne.
El cerdo ibérico al criarse en la dehesa, vive en absoluta libertad, alimentándose de bellotas que encuentra en su comunión con la naturaleza. En este paraíso medioambiental, el animal se fortalece día a día al estar relacionándose con otros compañeros porcinos y especies además de correr libremente, pastar y revolcarse en sus baños de barro.
La bellota es un aporte exquisito para el cerdo ibérico, un beneficio que se traduce posteriormente en el sabor y aroma de su carne. Por ejemplo, la carne de un animal que se ha alimentado de este fruto, posee unas propiedades nutricionales muy saludables. Procedente de la encina, el roble y el alcornoque, posee un 93% de grasa.
El 80% de esa grasa es de ácido oléico, uno de los componentes principales del aceite de oliva virgen, el oro líquido que tantos beneficios produce en nuestra alimentación. Gracias a ello, la carne de cerdo ibérico posee un nivel de colesterol muy bajo haciendo que sea una carne muy saludable.
Este tipo de grasa tiene un impacto muy positivo en nuestro organismo, ayuda a reducir el colesterol malo, por lo que consumir carne de cerdo ibérico Discarmontes es una manera cardiosaludable de fomentar el optimismo de nuestro organismo.
El cerdo ibérico consume además durante la época de montanera entre seis y diez kilos de bellotas al día, logrando que el animal consiga un peso óptimo para su posterior consumo. Los cerdos ibéricos además poseen la habilidad de pelar la bellota, consumiendo exclusivamente su aporte nutricional interno sin la cáscara por lo que su intestino no sufrirá daños.
¿Cuándo comienza a comer bellotas?
Los cerdos ibéricos comienzan a comer principalmente las bellotas en la época de Montanera, periodo que se produce desde mediados de octubre hasta finales de marzo. Un cerdo ibérico de bellota recibe además esa denominación de origen si ha comido ese fruto entre el 15 de octubre y 31 de marzo.
Una correcta alimentación del cerdo ibérico es vital para garantizar el desarrollo del esqueleto y de los músculos ya que tendrán que soportar más y más peso a medida que los cerdos vayan engordando llegando a alcanzar hasta los 180 kilos incluso, momento exacto para ser sacrificado y poder disfrutar del excelente sabor de la carne de cerdo ibérico Discarmontes.